miércoles, 18 de noviembre de 2009

CUADRO COMPARATIVO


TECNICAS PICTORICAS

EL TEMPLE: Es el nombre que se le da a la técnica que usa el agua para deshacer los colores, utilizando como aglutinante una emulsión de huevo, leche, cola o goma. En la práctica, el término se aplica fundamentalmente al aglutinante hecho con yema de huevo. Su soporte característico es la tabla o el lienzo a condición de que éste sea sólidamente tensado. El aspecto de la pintura es bastante mate y suave de textura.
LA ENCAUSTICA: Es otro gran medio empleado en la pintura de caballete de la antigüedad. Se basa en la utilización de cera blanca de abeja como aglutinante, que se mezcla con resma vegetal y el pigmento en polvo. La pasta resultante se aplica caliente con una espátula de metal. También se puede manipular con pinceles mientras aún caliente. Una vez fría la cera, el resultado es prácticamente inalterable.
EL FRESCO: Es la principal técnica de pintura mural. Los colores se disuelven en agua, sin aglutinante, se aplican sobre una argamasa fresca de cal y arena. Cuando se seca se convierte en una capa dura, cristalizada, que contiene el color en su interior. Es decir, el color pasa a formar parte de la propia pared. Para pintar el fresco es muy importante que la pared este húmeda; de manera que sólo se trabaja la parte de pared que se puede completar en una jornada, antes de que se seque.
EL OLEO: A partir del Renacimiento comenzó a generalizarse el empleo de la pintura al óleo. El aglutinante utilizado en esta técnica es el aceite, frecuentemente de linaza. Sus principales ventajas son la lentitud con la que se seca, lo que permite enriquecer la obra con el añadido de detalles. El óleo mantiene explícita la grafía del pintor ya que permite trabajar con mucha o poca materia y aplicar ésta en pinceladas finas y apretadas o gruesas y sueltas, al gusto de aquél. Generalmente se pinta sobre lienzo, que se prepara con una imprimación suave, pero admite como soporte casi cualquier otro material.
LA ACUARELA: Es una técnica relativamente moderna, en el sentido de que su momento culminante se produjo durante los siglos XVIII y XIX. Su soporte característico es el papel. La acuarela se forma con pigmento en polvo muy molido aglutinado con goma arábiga que se extrae de la resma de la acacia. La goma se disuelve muy bien en agua y deja una pátina brillante y protectora sobre la acuarela. En esta técnica se parte del blanco del papel y se van añadiendo colores de tonalidad más oscura.
EL PASTEL: Se obtiene empastando pigmento en polvo y blanco de zinc con agua mezclada con goma o resma. La pasta resultante se moldea en forma de barritas y se deja secar. Se aplica fundamentalmente sobre papel o cartón. El resultado es de gran fragilidad, por lo que la obra precisa fijativos y un manejo cuidadoso. Tradicionalmente se ha considerado una técnica intermedia entre la pintura y el dibujo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario